Este artículo de opinión está enfocado en el marco de la Comunicación
que se aprecia desde la observación de las actitudes y acciones que, siempre, emiten
mensajes sobre nuestras conductas personales y sociales, como así también sobre
valores y conceptos comunitarios ¿Somos Cómodos, nos adaptamos a los cambios
impuestos o, por el contrario, planteamos modificaciones desde nuestra posición
como una opinión más?
Omar Lillardo Alonso *
La Vida, sabemos aun cuando no queramos reconocerlo, es un
camino plagado de cambios e incertidumbres. Esto lleva a muchas personas a
adoptar un esquema, tal vez a modo de escudo de protección (es un tema para la
psicología y sociología), que les permita transitarlo ‘casi al margen’ de esos
sobresaltos, incluidos aquellos que podría modificar con acciones diferentes a
las que, habitualmente, realiza.
Para continuar elaborando la teoría de este ‘Síndrome’ que llamo
‘de Comodidad’, repasemos algunos conceptos sobre qué es la Comodidad.
Comodidad
La comodidad, sin duda, es el estado de
quietud y reposo que todos anhelamos en todo momento.
Este es un valor peligroso en realidad,
porque tiene dos extremos para inclinarse. Uno desfavorable, y otro bastante
positivo.
Uno de los extremos de la comodidad, es mantenerte en una reducida zona
de confort.
Es decir, cuando te sientes cómodo con la
vida que estás viviendo, es poco probable que te plantees metas más altas y
objetivos por cumplir, porque ellos te implicaría moverte y sacudirte de ese
espacio donde placentero en el que te encuentras.
Lo cual, finalmente te impedirá llegar más lejos, y conformarte con el
hoy.
El otro extremo, es el de la motivación.
La comodidad no es en realidad un camino
de vida. Es el resultado y la cinta de llegada en tu carrera.
Trazarte metas más grandes cada día,
llegar a ellas y trazarte unas nuevas, es lo que finalmente te hará sentir
cómodo.
¿Por qué? Porque por simple instinto,
siempre buscamos ser mejores y desempeñarnos al máximo, y eso es lo que
estarías haciendo cuando buscas a diario tu Desarrollo Personal.
Calidad
de cómodo
Conveniencia, abundancia de las cosas
necesarias para vivir a gusto.
Buena disposición de las cosas para el
uso que se ha de hacer de ellas.
Ventaja, oportunidad. Utilidad, interés.
Sustantivo femenino: conveniencia,
regalo, bienestar, holgura, incomodidad.
¿A qué me refiero cuando hablo de este Síndrome de Comodidad?
A diario nos enfrentamos con situaciones imprevistas que, de
una u otra manera, debemos resolver para poder continuar.
Algunas son de orden natural, como por ejemplo salud. No siempre
podemos encontrar fácilmente la salida de este tipo de temas. De todos modos,
es imprescindible nuestra ‘colaboración’ para superarlas.
En cambio, sí podemos modificar aquellas que nos son impuestas
por obra y gracia de quienes nos representan y debieran pensar en nuestra
comodidad o bienestar, pero estamos hartos de comprobar que no es así.
Mi aseveración, al ubicar estos hechos en la categoría de síndrome,
parte de hechos concretos que me ha tocado superar y también de actitudes y
acciones de gente cercana - compañeros de trabajo, vecinos en su momento, por
ejemplo -.
Ocurre que, ante
determinados hechos impuestos, la respuesta inmediata y casi generalizada es la
aceptación, sin ningún tipo de planteo o requerimiento de fundamentación de
los mismos - aun sabiendo que no la tienen -, y a pesar de definir y entender
cabalmente que se trata de algo injusto cuando menos.
Este tipo de ‘tolerancia’
lleva a un ‘acostumbramiento’ que,
sin ninguna duda, representa una
convalidación totalmente contradictoria con la declamada necesidad, objetivo y búsqueda
del Valor de la Dignidad Humana, abonando el sendero de los corruptos,
mercenarios y delincuentes a quienes nada le importa la gente y mucho su
interés personal y/o grupal.
Hace mucho tiempo que me pregunto ¿qué debe pasar para que
asumamos nuestra responsabilidad como Personas, como Ciudadanos, como
Comunidad? ¿en qué momento vamos a reaccionar ante la reiteración de estas estafas
morales?
Defino, entonces, el Síndrome
de la Comodidad, como la actitud resignada desde antes que ocurran los hechos y
en el caso que se requiera la ‘conformidad’ de las Personas involucradas estas ‘no
se animan’ a llevarla adelante. Incluso es muy común observar como ‘palmean’
a quienes los han estafado, una y otra vez.
Estas observaciones de situaciones similares no solo pueden
apreciarse en Argentina. También en el resto de los Países se dan este tipo de
situaciones dicho esto a sabiendas que, en muchos casos, se dan instancias
donde el Pueblo, hastiado, sale a las calles y produce hechos violentos donde
perdemos Vidas - más allá del sector o el grupo en el que esos momentos los
encuentre -.
¿Seguiremos abonando estos Sistemas de Muerte?
¿Seguiremos escondiendo la cabeza como el avestruz?
¿Seguiremos aplicando el Síndrome de Comodidad?
La respuesta es patrimonio de cada Persona. Pero es cada vez
más doloroso seguir ‘pagando tan alto precio sin una mínima reacción’, siempre
sin violencia y en el marco de las instituciones aunque están, al parecer, se
hayan olvidado de nosotros.
(*) Comunicador Social, Escritor
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O., Consultoría y
Capacitación Empresarial http://grupocosmo.wordpress.com/
Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar
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