Sabías...

A modo de bienvenida les dejo el significado de mi nombre y los invito a sumarse con sus textos, cuadros, música y cualquier creación que nos permita enriquecer el alma


Omar


Nombre Masculino de origen Árabe: Que tiene larga vida.

Caracteristicas : Es racional, estable y usa su sentido común para resolver todas las situaciones

que se le presentan. Es generoso y amable con los demás.

Amor : Es leal y detallista con su pareja cuando quiere de verdad.

viernes, 20 de abril de 2012

La importancia de saber e informarse


Cuando el temor domina nuestras acciones es mucho más difícil tomar decisiones con mayores probabilidades de acierto. Es verdad que necesitamos un mínimo de certezas, pero no es menos cierto que algunas dependen exclusivamente de nosotros. Tal el caso de Capacitarnos o no. Si nuestra actitud es proactiva seguramente veremos el camino más despejado y el futuro con optimismo.


En otro artículo hice referencia a “Los empresarios y su dilema en Capacitación ¿gasto o inversión? ”. En este momento, en el contexto actual, donde la incertidumbre ha tomado un protagonismo mucho más visible del que siempre ha tenido ya que, más allá de las certezas o seguridades que creamos tener, la incertidumbre está presente en cada instante de nuestras vidas.

Por lo tanto, apelar a excusas como “falta de tiempo”, “costos elevados” “poca posibilidad práctica de aplicación concreta” es postergar y, muy probablemente, dejar de lado o renunciar a realizarla en algún momento. Con el paso del tiempo puede transformarse en una carga nociva desde lo sicológico o en la pérdida de oportunidades desde lo laboral y/o empresarial que, indudablemente, tiene consecuencias en lo personal.

La pregunta que debemos hacernos es ¿qué nivel ocupa nuestra formación en el orden de prioridades, ya sea personal, laboral o empresarial?

Y contestarla con honestidad.

Es muy común oír hablar sobre la necesidad de la mejora continua - tema que puede aplicarse desde lo personal y que influye en todo nuestro entorno -, pero sólo se utiliza en la práctica cuando trabajamos en alguna empresa que requiere esa actitud de sus empleados o, en el caso de quienes realizamos actividades de manera independiente, tenemos la mencionada actitud proactiva.

Vale recordar que la vida, de manera cotidiana, nos exige esa condición para enfrentar todo lo que se presente, sea un hecho menor o se trate de situaciones límite, ya que de otra forma es muy difícil superarlos.

En realidad estamos preparados para hacer frente a situaciones diversas, pero es usual escuchar excusas y creer que negando la situación, dejando que sola se desvanezca o derivarla a un futuro que no conocemos ó incierto es más simple su resolución.

Cabe destacar que cada acción tiene su consecuencia y que tanto una como otra es exclusiva de quien la realiza.

Capacitarse o hacer que nuestros hijos o nuestros empleados lo hagan es poner el conocimiento al alcance de todos. De esta manera, al estar todos sabiendo de qué se trata, aún con ciertas dificultades que siempre pueden aparecer, la solución de los distintos avatares es mucho más viable. Si a esto sumamos el trabajo en equipo, los esfuerzos tienen una recompensa mayor.

Otro mito relacionado con la Capacitación es pensar o creer que la edad es una barrera, cuando en realidad las barreras  solo están en nuestra mente, en nuestra forma de pensar y de actuar.

Depende entonces de cada uno de nosotros, de nuestra actitud hacia el conjunto y una buena manera de comenzar a percibir todo desde otra óptica es teniendo acceso a la información y el conocimiento, además de estar dispuestos a integrarnos al cambio - hoy es muy común oír hablar de nuestra adaptación al cambio -, que no es otra cosa que adaptarnos a la vida aceptándola tal como se presenta en cada caso… como ha sido siempre en todos estos miles de años de los cuales tenemos conocimiento.

lunes, 9 de abril de 2012

Comunicación con Sentido Común

Cuando del sueño colectivo de bienestar se despierta bruscamente, a través de hechos que configuran una situación “inesperada” y dolorosa, puede devenir un estado de confusión que no permita una reacción inmediata pero, eso sí, edifica una barrera difícil de superar: la desconfianza.

Es mucho más grave cuando los responsables de la comunicación niegan, desconocen, tergiversan o callan sobre vicisitudes reales, que padecen aquellas Personas a quienes se dirigió tal mensaje. Esa distancia, impuesta por esos “ir - responsables” hace que la percepción de estas Personas sea mucho más dolosa e irreparable, dando lugar a un rechazo a cualquier intento posterior.

Es probable que estos primeros párrafos parezcan irreales, pero lamentablemente son mucho más habituales de lo pueda imaginarse, tanto en el ámbito de la actividad privada como en el ámbito de la actividad pública.

También es probable que no se los asocie con dificultades reales de comunicación que tienen algunas Personas que están a cargo de sectores donde no sólo es necesario el conocimiento técnico sino también el “saber cómo” relacionarse con los demás para poder implementar ese conocimiento. Éste sí es un problema a resolver desde hace mucho tiempo, porque a pesar del avance en las técnicas que permiten determinar las competencias laborales y de la observación de determinadas actitudes - en especial proactivas - , aún no se asigna un valor prioritario al respeto hacia los demás, convirtiendo la convivencia en una permanente disputa de intereses personales - muchas veces desmedidos -, creando un clima laboral adverso que atenta contra cualquier esfuerzo genuino de mejora continua, que sólo puede lograse si beneficia al conjunto.

Todo esto debe encuadrarse en el contexto en el que se desenvuelve la actividad que, en la actualidad y no es algo nuevo ni lo fue cuando la gente ingresaba y se retiraba en la misma empresa ni tampoco lo es hoy en el ámbito público (donde existe la posibilidad de permanencia por sobre el recambio de gobernantes), ya que la incertidumbre siempre ha estado presente en mayor o menor medida.

Vale recordar que la Vida misma está signada por la incertidumbre, aunque resulte bastante traumático reconocerlo. También debería servir este concepto para no perder de vista que todos tenemos “fecha de vencimiento” - dicho esto con el mayor de los respetos por quienes tienen visiones dogmáticas - lo cual debería inducirnos a tener otro comportamiento, no individualista y mucho más cercano a una real integración.

Si la designación de quienes deben conducir los distintos estamentos, de quienes deben conducir Personas, tomando decisiones que, de una u otra manera afecta al conjunto y a cada una de ellas, se realizara tomando en cuenta no sólo el conocimiento adquirido sino también esas capacidades y/o competencias naturales otro sería el clima laboral y social. Para poder concretarlo con el mayor acierto posible es necesario retomar las prácticas de nuestros ancestros, escuchando y aplicando los consejos de las Personas con experiencia - concejo de ancianos en los pueblos originarios -, por parte de quienes han asumido la responsabilidad de la conducción.

Aplicar estas “herramientas” en las empresas u organismos estatales, como así también en la familia (valor esencial devaluado en la actualidad), requiere de un elemento tan simple como el sentido común que, como algunos otros valores, puede decirse que está “desaparecido en acción” porque subyace en cada uno de los Seres Humanos y se hace visible cuando aparecen las dificultades: justo en el mismo momento en que “se borran” los seudo líderes y desaparecen los argumentos falaces que ellos esgrimen.

Escuchar no es poder oír sino estar dispuestos a compartir, a dialogar, aunque las opiniones sean disímiles. Elementos básicos de una Buena Comunicación.