Sabías...

A modo de bienvenida les dejo el significado de mi nombre y los invito a sumarse con sus textos, cuadros, música y cualquier creación que nos permita enriquecer el alma


Omar


Nombre Masculino de origen Árabe: Que tiene larga vida.

Caracteristicas : Es racional, estable y usa su sentido común para resolver todas las situaciones

que se le presentan. Es generoso y amable con los demás.

Amor : Es leal y detallista con su pareja cuando quiere de verdad.

lunes, 12 de mayo de 2014

Militantes o mercenarios





¿Qué pasa cuando la realidad destruye la ficción: sea ideológica o coyuntural? ¿Cómo se recuperan las Personas jóvenes que creyeron y actuaron en consecuencia? ¿No supieron o no quisieron ni quieren ver la realidad que los rodea; o ni siquiera indagaron en busca de la verdad?
O, tal vez, se dejaron tentar por un efímero presente y un ilusorio futuro rentables… sin mensurar los daños colaterales ni a quienes afectó y afecta.
Omar Lillardo Alonso (*)

Lamentablemente, cuando se perturba la formación de los jóvenes con historias inexistentes (“épicas” y alejadas de lo cotidiano) y luego se desploma esa “construcción” (relato amañado e inconsistente), estos no tienen contención y pueden caer en un escepticismo tan impiadoso que, en muchos casos, no podrán superar. Aquellos que, con plena conciencia, se “entregaron” por un interés monetario no van a dejar de ser mercenarios… porque está en su ADN.

Para quienes, como en mi caso, hemos vivido la década del ’70, contrastamos aquella visión veinteañera con esta experiencia que sólo brindan los años. Y el dolor por esa estafa moral es muy grande, tanto en términos emocionales cuanto en los ideales. Las heridas son profundas, intensas y requieren mucho tiempo para ser restañadas, a sabiendas que nunca van a cerrar.

Dicho esto a partir de las extremas y gravísimas épocas que hemos debido superar como Pueblo y que, no cabe duda, destruyeron las ilusiones y esperanzas de la mayoría de los argentinos que, sin solución de continuidad, hemos visto desfilar militares luego de un breve período de tibia Democracia, sin ninguna mínima chance de poder modificarlo con la participación auténtica, porque fue el mismo Pueblo quien pidió, apoyó y acompañó esos procesos, hasta desangrarse en la última dictadura y entonces sepultar para siempre conductas autoritarias… aunque aún aparecen algunas replicas (léase década de los ’90 y ésta última).

¿Se puede pensar en la pérdida generacional de valores, sean estos sociales, comunitarios, familiares o laborales?
Sí. Y es uno de los costos que abulta la ya muy longeva y cuantiosa Deuda Interna Argentina, por parte de la “clase” política, la cual se adiciona a los componentes económico e institucional.

¿Qué más nos debe pasar?
Reitero la pregunta a pesar de ser consciente de la insistencia en la misma. Ocurre que está motivada en la repetición de los mismos errores populares desde hace más de sesenta años.

A pesar del dolor por los jóvenes estafados, sabemos y es notorio que hay una gran mayoría de ellos que se han preparado y se preparan para un futuro tan cercano como incierto. Algunos de ellos ya están integrando el recambio generacional en las empresas privadas y si hay cambios estos son positivos, dicho esto sin desmerecer las gestiones anteriores, porque las actuales cuentan en su haber nuevas tecnologías y herramientas teóricas y prácticas que muy pocos tenían anteriormente.

Al hacer referencia a militantes o mercenarios, hago hincapié en la necesidad de retomar el sendero de aquella juventud  y de quienes tenían alguna experiencia y la exponían en favor de los ideales ya que, de esa manera, podremos recuperar el camino de la sensatez, el razonamiento y las utopías, para poner todo nuestro esfuerzo al servicio de organizaciones e instituciones que conformen la verdadera República que nos debemos y merecemos sin pensar en retribuciones económicas.

Para que ello sea posible deberemos volver a uno de los valores que nos legaron nuestros antepasados: la Solidaridad. Esto implica que somos todos iguales o, como nos llega de otros tiempos, “Todos para uno y uno para todos”. Si este es nuestro objetivo común podremos ver la luz al final del túnel.

Una vez más, insisto, depende de nosotros.


 
(*) Comunicador Social, Escritor
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O., Consultoría y Capacitación Empresarial http://grupocosmo.wordpress.com/
Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar

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