En el ámbito de la capacitación, especialmente empresarial, es habitual que los coach, facilitadores o capacitadores, hagan referencia a la fórmula Ganar / Ganar (Vamo y Vamo en versión criolla), ya que ha permitido alcanzar objetivos que, de otra manera, tendrían mucha mayor dificultad para obtenerlos. En nuestro País esto ha mutado por el Todos Ponen (los giles, es decir nosotros, siempre vemos la misma cara de la perinola), para que otros, muy pocos y muy bien organizados, puedan obtener sus objetivos sin ningún esfuerzo.
Ganar/Ganar: Definición
La Fórmula Ganar/Ganar es una estructura de la mente y el corazón que constantemente procura el beneficio mutuo en todas las interacciones humanas.
Ganar/Ganar significa que los acuerdos o soluciones son mutuamente benéficos, mutuamente satisfactorios. Con una solución de Ganar/Ganar todas las partes se sienten bien por la decisión que se tome, y se comprometen con el plan de acción.
Ganar/Ganar ve la vida como un escenario cooperativo, no competitivo.
La mayoría de las personas tiende a pensar en términos de dicotomías: fuerte ó débil, rudo o suave, ganar o perder. Pero este tipo de pensamiento es fundamentalmente defectuoso. Se basa en el poder y la posición, y no en principios.
Ganar/Ganar, en cambio, se basa en el paradigma de que hay mucho para todos, de que el éxito de una persona no se logra a expensas o excluyendo el éxito de los otros. Ganar/Ganar se basa en la creencia de que existe una tercera alternativa. No se trata de tu éxito o el mío, sino de un éxito mejor de un camino superior.
A partir de estas pautas tan simples y tan ciertas, queda claro que la única manera de aplicar esta fórmula pasa exclusivamente por nosotros.
Dicho esto a partir de los datos de la realidad porque:
¿Qué mensaje les damos a nuestros hijos o nietos cuando no respetamos las reglas?
¿Qué puede pensar un niño o adolescente cuando su padre cruza un semáforo en rojo?
¿Qué otra cosa que copiar lo que hacemos los adultos es lo que hacen los jóvenes?
¿Cuál es el mérito que nos lleva a recibir un título académico u ocupar lugares importantes en cualquier organización?
¿Cuál es la ponderación de valores éticos y morales que exhibimos con nuestra conducta cotidiana?
¿Cuál es, entonces, nuestra creencia sobre la Vida?
Cuando alguien pasa un semáforo en rojo no es culpa de los malos dirigentes (del sector que prefieran: trabajadores, empresarios, ONG, políticos, religiosos), sino de cada uno de nosotros que aceptamos esa falta tan grave, que puede terminar con la Vida de una u otras Personas, como algo “normal”, “habitual”, usando una muletilla demasiado vieja y totalmente falta de compromiso social: “¡Qué le vamos a hacer!”
¡¡¡NO!!! ¡¡¡Basta de excusas!!!
¡¡¡Asumamos de una vez por todas las responsabilidades que corresponde para cumplir con nuestros Deberes, en igualdad de condiciones!!!
¡¡¡Los Derechos tienen razón de ser cuando son iguales para todos: Sin Excepciones!!!
¿Qué debemos y qué podemos hacer?
Retomar la conciencia colectiva que nunca debimos haber perdido ni dejado en manos de gente inescrupulosa, a la que solo le importa SU situación, al margen de los medios que tengan que utilizar para conseguirla. Por lo tanto, la solución es re-unirnos en torno a los valores sociales que supimos conseguir con esfuerzo, sangre y dolor y que forman parte del legado de nuestros mayores - si es que realmente nos importan nuestros mayores -, además de transmitírselos a nuestros hijos tal como ocurría cuando los pueblos hermanos nos miraban con respeto y sana envidia.
La inacción y la desidia actuales, no tengan ningún tipo de dudas, representan la decadencia que tanto escucho cuestionar… pero que solo es eso: declamación (de la boca para afuera, según la sabiduría popular).
Mientras tanto, como dice un amigo leal, “ellos tienen 24 horas para pensar como nos roban”.
Solo que ahora, con la liberación territorial del Estado Nacional, la inserción social de las adicciones le agrega un grado de violencia tal que ya no admite más palabrerío de ninguna de las Personas que realmente nos sentimos dignos de ser Argentinos, a la vez que nos demanda asumir nuestra calidad de Ciudadanos Responsables sin violencia, con la prudencia que haga falta tener y con el coraje cívico necesario para exigir que quienes detentan el Poder lo hagan válido para defender a la Ciudadanía en general y no a los delincuentes ¡¡¡cualquiera sea su grado de incumbencia en el delito y al margen del nivel social que tengan!!!
¿Hacen falta más palabras? No, sería continuar con la modalidad que he mencionado como incorrecta y borrar todo lo que he escrito porque así lo pienso y así actúo.
Gracias por leerme. Espero comentarios
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