Bitácora de un viaje a una de las mejores
expresiones de nuestra tierra
Gente amable, sencilla y digna, aún con carencia de
recursos, suma valor cultural y humano a las hermosas postales del Noroeste
Argentino, que puede transitarse a través de rutas y caminos en buen estado,
algunos nuevos o en reparación y también otros en estado deplorable. Contrasta
la cantidad de Personas haciendo cola en los cajeros para cobrar planes
sociales.
Por Omar Lillardo Alonso (*)
Recorriendo San Luis, San Juan, La Rioja, Catamarca y
Santiago del Estero, se pueden apreciar los contrastes naturales de la región y
también el dolor de ver mucha pobreza, digna y sufrida, signada por mal uso del poder de turno: los guías de la
región muestran, grafica y prácticamente, las casas - arregladas y pintadas, que
observamos en distintos pueblos pequeños - de quienes están con los gobernantes
de turnos y las otras, de quienes no comparten esa postura, con notorias
falencias edilicias. Una división que duele y conspira realmente contra la
construcción de una Argentina con Justicia Social.
Aún así, se aprecia una avance general importante en cuanto
a conectividad: es común observar una PC en la mayoría de los comercios,
netbooks que usan los chicos en las plazas y antenas de TV satelital en todos
los pueblos. Se transita principalmente entre viñedos, olivares y agricultura
ganadera, siempre acompañados por la tierra árida y sedienta, aunque la
principal riqueza radica en su gente: amable y predispuesta a guiar a quienes
no conocen la región.
Una breve síntesis que intenta reflejar los pro y los contra
de una región que, a pesar de tantos anuncios y promesas, sigue postergada a
pesar de las enormes posibilidades, desde el punto de vista de las producciones
regionales y desde de lugares de impresionante belleza natural al menos, aunque
se nota la falta de promoción turística.
Esto es así porque no se llega al medio de la nada, sino a
lugares donde la gente conoce cada palmo de su tierra nativa y trata de que
quienes llegamos a conocerla la disfrutemos como ellos lo hacen.
Como contrapartida de este enorme caudal de Vida y viendo
tanta gente dependiendo de planes sociales, haciendo cola en los cajeros, surge
una pregunta ineludible: ¿por qué no se la capacita para que pueda tener competencias
laborales que le permitan vivir dignamente de su trabajo?
La respuesta la conocemos: es más redituable, políticamente,
tenerla como rehén para alcanzar objetivos personales o grupales, mientras
siguen postergados el desarrollo y el crecimiento de los Pueblos y las Personas.
Mientras tanto, muchos de los lugares recónditos y de enorme
belleza de esa región quedan “ocultos” o son “desconocidos” por la mayor parte
del resto del país porque, salvo honrosas excepciones, no hay quien “trabaje”
para hacerlos conocidos: en San Juan la oficina de Información Turística no
estaba abierta al público, aunque había gente en esas dependencias; también, en
ese fin de semana y el día sábado - fin de septiembre 2012 -, estuvo cerrada la
Casa de Sarmiento. En Sierra de las Quijadas el responsable no apareció y un
joven pasante nos permitió recorrer, hasta donde pudimos, los lugares
señalados. Nos recibió un cachorro de zorro gris, luego nos acompañaron dos
maras y después nos pidieron comida varios pajaritos come sebos, multicolores y
muy bonitos.
Solo detalles, pero que suman una incalculable lista de
falencias de gestión y de desarrollo regional, que sería tedioso mencionar en
este artículo.
Es mucho más grato señalar la cordialidad de la gente en
todo el recorrido. Tanto es así que modificó el itinerario previsto con sus
indicaciones, permitiendo vivencias que solo se pueden comprobar en el esos
lugares. Por ejemplo, la sugerencia de un guía de Talampaya, La Rioja, que vive
a 30 kilómetros, en un pueblito llamado Pagancillo. Allí disfrutamos de un sabroso
almuerzo en un comedor familiar; luego y siguiendo sus indicaciones, subimos y
transitamos la Cuesta de Miranda, un tramo de la mítica Ruta 40, con un corto recorrido
de ripio y el resto de asfalto, todo aún en reparación y construcción de un
camino de excepcional belleza, para recorrer a baja velocidad y disfrutar con
todos los sentidos, teniendo en cuenta que tiene sectores del camino con
cornisa, intentando retener esos paisajes de dos maneras: con la cámara de
fotos en cada mirador y con la mente, donde no se borran estos hermosos
archivos.
Luego nos enteramos, hablando con otros viajeros con quienes
nos habíamos encontrado en el Valle de la Luna y seguían casi el mismo
recorrido, que en Pagancillo se habían alojado en un viaje anterior y se
quedaron más de lo pensado por el trato amable de la gente y la tranquilidad
del lugar.
Lo mismo pasó después, en Chilecito, donde buscando un mapa
de Catamarca, para ver que ruta debíamos seguíamos desde allí, y no encontrando
ninguna oficina de información turística, me dirigí a una agencia de turismo.
La joven que me atendió no solo lo hizo con total amabilidad sino que también
me fotocopió el mapa y me indicó cual era la mejor ruta, resaltándola en el papel.
En la continuidad del recorrido, esa ruta resultó casi tan
bella como la Cuesta de Miranda, aunque con menos exigencias de manejo por su
diseño y su muy buen estado.
Un dato para destacar y que ojalá corrijan en poco tiempo
más: la ausencia, casi total, de cartelería vertical informando dónde se está y
cómo sigue el camino. Otro aspecto para señalar es el pésimo estado de la ruta
provincial 308 que lleva a las Termas de Río Hondo, unos 25 a 30 kilómetros del
total, con sectores donde la ruta ha desaparecido, literalmente, o es más fácil
transitarla por la banquina por los pozos que tiene.
El último buen detalle es la excelente atención recibida en
un hotel de Rafaela, Santa Fe, donde la señora que nos recibió y ante la
carencia de habitaciones por un certamen de fútbol, se comunicó con otros
colegas y nos consiguió ubicación. Una parada o posta para poder hacer el viaje
más descansado.
Como cierre me viene a la memoria parte de la canción que
interpretaba Argentino Luna:
“Viera que lindo mi país paisano
Si uste lo viera como yo lo vi
Comprendería el porqué le pido
Lo que le pido cuando canto así”
(*) Comunicador Social, Escritor
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O. y Co Editor del Portal Empresarial
Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar
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