Por Omar Lillardo Alonso (*)
Si lo evaluamos como pérdida individual seguramente esa consecuencia tendrá un impacto menor. Pero al implicar al resto ignorado ese efecto será devastador, especialmente para las jóvenes ilusiones que creyeron y crecieron con ese sueño.
“Maldades de lo imposible, / Siguen tejiendo trapos sin entender / Que frente al espejo se cae la careta, / Se acaba el poder”. Final de una canción de Callejeros
Quizá alguien piense que es un error tomar como referencia una canción de un grupo de música cuestionado y enjuiciado, pero la contundencia de ese mensaje excede y sobrevuela los hechos cotidianos, aun los más dolorosos.
Es que el origen del mensaje es lo que preocupa, ya que desde allí surgen, crecen y se despliegan acciones, tal como ocurre con una plaga, que se traducen en una interminable e inquietante cadena de errores.
Entonces, los simples mortales, solo esperamos el próximo error de los iluminados, aquellos elegidos e iniciados en todas las disciplinas, quienes se destacan, además, por sus descomunales ponencias sobre la nada misma, ya que ese es el objetivo alcanzado, aunque otro sea su discurso.
Este texto no es más que una descripción breve de hechos sistemáticos que, sin solución de continuidad, nos invaden contra nuestra voluntad, nos asfixian, nos privan de nuestros derechos y hacen imposible cumplir con las obligaciones que imponen, destruyendo todo aquello que se interponga en épica carrera, ya alocada.
Es común oír a la gente pedir soluciones a Dios. Sería muy bueno dejarlo descansar un poco y repensar nuestras propias acciones ante tanta barbarie establecida.
(*) Comunicador Social – Escritor Director Asociado de Grupo Co.S.M.O. Consultoría y Capacitación de Empresas y Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar http://omarlillardo-autoresomar.blogspot.com.ar/
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