En el año
2011 publiqué un artículo de opinión sobre la Forma de “Comunicación” que se
utilizaba en aquel momento en Argentina, al cual titulé: Actitudes goebbelianas. Hoy, como en aquella instancia, se siguen poniendo en práctica estos
“Principios”. Dicho así podría pensarse como un despropósito pero,
lamentablemente, no lo es. Al pie del presente detallo esos 11 Principios y
así, quien/es lo lea/n, podrán elaborar sus propias conclusiones.
En ese
artículo señalaba lo siguiente:
¿Por qué es que hablamos del
ministro de Propaganda nazi para introducir una visión de la Argentina de hoy?
La
respuesta es muy sencilla porque quienes “dirigen” el País - especial e
intencionadamente desde el gobierno nacional, como así también, en menor
medida, en distintas provincias y regiones, en su afán de buscar
desesperadamente la unificación de un discurso a su favor, no ahorran esfuerzos
en utilizar las viejas estrategias propagandísticas del régimen más asesino de
la historia mundial, que pueden llegar a dar un resultado en lo inmediato, pero
que a la larga no harán más que perjudicar al actual gobierno y al Pueblo en su
conjunto.
Hoy, como ayer, se perpetúa la
idea del enemigo único, incorporar a varios adversarios en una misma categoría;
culpar al/los otro/s de los errores propios (‘Si no puedes negar las malas
noticias, inventa otras que las distraigan’, decía el alemán;, exagerar y
desfigurar todo además de ‘nivelar’ su Comunicación a la más baja capacidad de
entendimiento, repetir – una y otra vez – el mismo tema con perspectivas
diferentes y concluyendo en el mismo Concepto – sin fisuras -; utilizar la
mentira sobre hechos o acciones alejadas del contexto haciéndolos parecer
reales (“Miente, miente que algo quedará”, decía Joseph Goebbels). Todo
expuesto como un logro ‘histórico’ que, a diario, oímos y vemos como si
estuviéramos, una vez más, en el País que alguna fuimos y del cual hemos caído
al mayor de los abismos socio – político – cultural y económico de nuestra
historia
También, en
estos dos años y siete meses, hemos asistido a ‘Errores´ y Horrores con su
consecuente reconsideración sin que se haya cambiado, en la realidad cotidiana,
un punto o una coma de esos hechos y palabras. Aun tambaleando, sostienen su
‘Programa’ (nunca explicitado, publicado ni comentado oficial ni
extraoficialmente), como si nada le afectara al Pueblo. Ignoran
sistemáticamente cualquier intento – incluso de sus propios – de que Piensen en
las Personas.
La
similitud con el pasado reciente – recurrente apelación en sus expresiones – es
tan notoria que los obliga a reiterar que ‘son distintos’ (lo cual es obvio
porque son otras Personas), pero no coincide con lo que son ni con la realidad
cotidiana.
Seguimos asistiendo a un Pasado
‘corrupto’ y retrogrado, como así también a un Presente retrogrado y sin Futuro.
Todavía no se habla de las múltiples causas
judiciales presentadas y en curso que involucran al actual presidente, su
gabinete y algunos allegados. Tal vez la Justicia, algún día, comprenda que la
historia también los contempla tal como son y que, lo que hacen y demoran años,
No es Justicia.
Es muy
frecuente oír a muchas Personas preguntarse:
“¿Quién puede gobernar y sacarnos
de esta Barbarie Institucional? ‘Todos tienen el Culo Sucio’”
Mi sincera
y humilde respuesta sigue siendo:
“Tuvimos cinco Presidentes en pocos días. Unidos por el
espanto se reunieron los principales actores políticos y salimos de una de las
peores Crisis de nuestra historia – con el dolor de tener muchos Muertos -. Sin
embargo, salimos. Hubo gente preparada que hiso lo que había que hacer
(literalmente y realmente), hasta que, pocos años después estamos, por infinita
vez caímos por la impericia y las burradas que, alguna vez, deberá ser
considerada como Estafa Moral además de Económica… porque las Fiestas de los
Políticos las seguimos pagando quienes conformamos el Pueblo”.
Por lo
tanto y a pesar de una Propaganda absurda y negligente, debemos tener Fe en
nosotros y cambiar real y sinceramente varios hábitos que nos desfiguran como
Sociedad. Dicho esto sin mirar al otro/los demás como enemigo.
Bonus
Los “Principios”
de la “Comunicación/Propaganda” de Goebbels
Joseph
Goebbels fue el Ministro de Educación Popular y Propaganda, y fue el gran
arquitecto en el manejo del discurso nazi durante el gobierno de Adolf Hitler.
Estos son
sus “Principios”:
Principio de simplificación y del
enemigo único
Adoptar una
única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
Principio del método de contagio
Reunir
diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de
constituirse en suma individualizada.
Principio de la transposición
Cargar sobre
el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el
ataque. «Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las
distraigan».
Principio de la exageración y
desfiguración
Convertir
cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
Principio de la vulgarización
Toda propaganda debe ser popular,
adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a
convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad
receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran
facilidad para olvidar.
Principio de orquestación
La
propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas
incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas,
pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De
aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente,
acaba por convertirse en verdad».
Principio de renovación
Hay que
emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que,
cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las
respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente
de acusaciones.
Principio de la verosimilitud
Construir
argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas
o de informaciones fragmentarias.
Principio de la silenciación
Acallar las
cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que
favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de
comunicación afines.
Principio de la transfusión
Por regla
general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya
sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales.
Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
Principio de la unanimidad
Llegar a
convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa
impresión de unanimidad.
En la época
del nazismo, Goebbels impulsó estos “11 principios de la propaganda” nazi que
incluía, entre otros, reunir a diversos adversarios en una sola categoría o
individuo. Además, no hablar de las cuestiones sobre las que no se tienen
argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario y el peligroso “si
no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
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