A partir de investigaciones queda claro la obsolescencia de
la estrategia empleada por quienes intentan instalarse como desarrollistas, sin
serlo y en muchos casos siendo lo contrario, aplicando modelos de Comunicación
utilizados en las décadas del ‘40 y ’50 del siglo pasado.
Omar Lillardo Alonso *
El verdadero desarrollo requiere de mentes mucho más
abiertas a las nuevas tecnologías. Esto conlleva la necesidad de actitudes
proactivas y con un profundo anclaje en la comunidad, de la cual todas las
Personas somos parte y es el lugar, el contexto y la referencia que realmente
necesitamos.
Insistir con ‘modelos’, ‘estrategias’ y/o ‘sistemas’
perimidos puede permitir la obtención de resultados transitorios a corto y muy
corto plazo pero, sin ninguna duda, terminan colisionando fuertemente contra la
realidad, la cual es una ola vertiginosa y constante que arrasa con todos los
intentos y/o reparos.
Las investigaciones mencionadas en el párrafo inicial
indican:
Los medios de comunicación son utilizados
generalmente, en el contexto del desarrollo, para promover estrategias de
cambio social mediante la divulgación de mensajes que interpelan al público
para que apoye a los proyectos orientados hacia el desarrollo.
Este modelo ve al proceso de comunicación como un
mensaje que fluye desde un emisor hasta un receptor. Esta perspectiva
jerárquica de la comunicación puede resumirse en la clásica formula de Laswell ¿Quién dice qué
a quién a través de qué canal y con qué efecto? y se originó
principalmente en Estados Unidos de América con la investigación en difusión y
las campañas
de comunicación de finales de los ‘40 y los ‘50.
Las perspectivas más
actuales de la comunicación para el desarrollo sostienen que éste es un enfoque
limitado de la comunicación para el cambio social. Indican que
este modelo
de la difusión es una perspectiva vertical y de un sólo sentido de la
comunicación y que la activa participación en el proceso de comunicación en sí mismo
aceleraría el desarrollo.
La investigación ha mostrado que los grupos del
público pueden obtener información de las fuentes impersonales como la radio y
la televisión pero esta información tiene relativamente poco efecto en los
cambios de conducta. Y el desarrollo requiere de tales cambios. Una
investigación similar llegó a la conclusión de que se aprende más en los
contactos interpersonales y en las comunicaciones masivas basadas en ellos. En
el nivel más elemental, antes de que la gente pueda discutir y resolver
problemas, debe estar informada sobre los hechos y esa información es provista
por los medios de comunicación a nivel nacional, regional y localmente. Al
mismo tiempo, si los medios son suficientemente accesibles, el público puede
hacer conocer sus necesidades de información.
Por lo tanto, según entiende este enfoque más nuevo, el punto de
partida debe ser la comunidad. La forma más desarrollada de participación es la
autogestión.
Paulo Freire (1983:76) se refiere a esto como el
derecho de toda la gente a expresar su palabra individual y colectivamente: “esto no es el
privilegio de algunos pocos hombres, sino el derecho de todo ser humano.
Por lo tanto ninguno puede expresar una palabra verdadera en soledad ni puede
decirla por otro, en un acto prescriptivo que silencie las palabras de otros”.
Según muchos autores la auténtica participación se relaciona
directamente con el poder y su distribución en la sociedad. La
participación “puede resultar incómoda para aquellos que sostienen el status
quo y en consecuencia es esperable que sean resistidos dichos esfuerzos de
fortalecimiento del poder de la gente” (Lozare, 1994:2). Por lo tanto el
desarrollo y la participación están íntimamente relacionados.
Mowlana y Wilson (1987:143) dicen por ejemplo que “las
políticas de comunicación son básicamente derivadas de las condiciones e
instituciones económicas, culturales y políticas bajos las cuales ellas operan.
Ellas tienden a legitimar las relaciones de poder existentes en la sociedad y,
por lo tanto no pueden ser cambiadas sustancialmente sino se registran cambios
estructurales fundamentales de la sociedad que puedan alterar estas relaciones
de poder en sí mismas”.
Definición
El desarrollo social se
refiere al desarrollo
del capital humano y capital social en
una sociedad. Implica
una evolución o cambio positivo en las relaciones de individuos, grupos e
instituciones en una sociedad. Implica principalmente Desarrollo Económico y
Humano. Su proyecto a futuro es el Bienestar social.
Sin duda y mucho más importante que mi palabra, estos
conceptos dejan en claro cuál es el camino. Un camino que nos puede permitir alcanzar
estos objetivos en la medida en que todas y cada una de las Personas
comprendamos y aprehendamos que nada es posible sin el invalorable aporte
individual y colectivo.
Reitero que, al referirme a la Comunicación, vale aclarar
que es un acto que realizamos en todo momento, hablando - en silencio –
gestualmente. Estamos emitiendo un mensaje constante y es un Derecho
inalienable. Defendámoslo ante todos y cada uno de los embates, públicos y
privados, para alcanzar el mayor logro colectivo que soñamos: Paz y Bienestar
Comunitario en un contexto de Desarrollo permanente.
(*) Comunicador
Social, Escritor
Autor del libro digital de poemas VIVENCIAS
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O., Consultoría y
Capacitación Empresarial http://grupocosmo.wordpress.com/
Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar
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