Se impone un cambio de paradigma. Para reflexionar: puede
ser necesario y además debería ser un ejemplo.
Desde el ocuparnos del hoy hacia ocuparnos del efecto de lo
que hoy hacemos y dejamos de hacer. Eso es pensamiento estratégico.
Por Omar Lillardo Alonso (*)
El o los cambios; ver y pensar los mismos hechos y actitudes
de otra manera; ubicarnos como lo que realmente somos: un pequeñísimo grano de
arena en un inmenso universo… seguramente cambiará nuestra manera de relacionarnos,
de compartir un espacio con otras Personas respetando la diversidad: ese es el
camino. El problema: los egos excesivos que, a través del tiempo, han
demostrado que sólo sirven para producir mayores males a muchos seres, sin
tener la posibilidad concreta de disfrutar esos “logros”, cualquiera sea su
naturaleza.
Esto se observa en el mundo, por la conectividad de la que deberíamos
estar favorecidos y que no aprovechamos, en general, para avanzar en una
evolución colectiva.
Es común observar cómo, los líderes de cualquier lugar del
planeta, están alejados de sus pueblos. Prestan más atención a sus intereses
personales, incluidos sus intereses político-partidarios, viendo “la paja en el
ojo ajeno y no la viga en el propio”. De allí surgen muchas de las
situaciones que, aun sabiendo cual es el contexto, nos sorprenden. Es bueno que
todavía nos asombren, porque significa que seguimos sin aceptarlas ya que son
incompatibles con la real y verdadera Vida Humana.
Los cambios, entonces, pasan por la continuidad de lo que
siempre han hecho, generando un doble mensaje ya que, definiéndose como
renovadores, vuelven a más de lo mismo: hacer caer el peso de los ajustes -
aunque los disfracen bajo otros nombres - sobre la gente.
Al margen de creencias o incluso de la demostración mediante
hechos científicos, el cambio está en marcha y no puede ser detenido. Para esto
no es necesario ningún estudio profundo. Simplemente hay que estar atentos a
los cambios que se están dando en el planeta, para los cuales es imprescindible
estar en comunidad y cumplir con los Derechos y Obligaciones que ello implica. De
otra manera, el incontenible embate de la naturaleza puede ser más doloroso,
especialmente en cuanto a Vidas.
Esto no significa descuidar el orden económico que se
logrado establecer. Lo que no puede continuar es la exacerbación de lo material
por sobre lo humano. Esta concepción, reitero: lo demuestran los hechos
cotidianos, no tiene más cabida en ninguna sociedad del planeta, menos aun en
las de regímenes autoritarios donde, como también señala la historia, el final
es impredecible y de un alto costo humano.
Como podrán apreciar, una vez más, no es esta una columna de
opinión sobre economía. Claramente es una observación de la situación que,
ayudada por la conexión en tiempo real, permite visualizar - a quien o quienes
quera verlo - que los cambios están marcha.
O nos ocupamos del hoy pensando en el mañana - el pasado no
lo podemos modificar - o el futuro será mucho más incierto que éste presente
que nos agobia y no favorece a nadie.
Capacidades hay entre nosotros y de muy alto nivel. Es necesario
que descartemos a quienes buscan y declaman los defectos de otros sin mirar los
propios, porque son quienes nos han llevado a este presente. A partir de ahí
dar lugar a quienes demuestran cotidianamente, que seguramente están a nuestro
lado pero que no vemos ni escuchamos. Esas Personas serán quienes nos conducirán
hacia esa esperanza de Vida.
Una vez más depende de nosotros, en cada pueblo, ciudad,
región, país o continente.
Espero comentarios. Gracias por leerme.
(*) Comunicador Social, Escritor – Director asociado de
Grupo Co.S.M.O. y Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios http://www.estrategiaynegocios.com.ar/index.php
http://omarlillardo-autoresomar.blogspot.com.ar/
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