En los eventos de Capacitación es común y habitual detectar
falencias en aspectos diferentes al tema que se trata. La Comunicación es la
principal de ellas. Aún así, cuando se les informa de tal situación a los
responsables de las PyMES, es también usual la negación, el malestar y hasta la
suspensión de futuras Capacitaciones, en algunos casos so pretexto de intención
“no profesional” de obtener beneficios económicos extra: algo total y absolutamente
alejado de la realidad. Los resultados
adversos se aprecian poco tiempo después.
Por Omar Lillardo Alonso (*)
Vale señalar que hay muchos casos donde permiten el
asesoramiento sugerido y luego reconocen cambios importantes en las relaciones
laborales.
De la experiencia acumulada después de ocho años de brindar
Capacitación Actitudinal, sumada a más de veinte años de experiencia laboral y solventada
por la teoría, me parece prudente sugerir algunas acciones, simples y de muy
fácil aplicación, que requieren un mínimo de tiempo de atención y muy escasos recursos
materiales.
Ahora bien, hay un componente de este abanico que exige un
compromiso total: la decisión de implementar y llevar adelante las acciones. Es
un dato sumamente importante y vital si recordamos que lo que más comunica es
la acción.
Uno de los componentes mencionados es el hecho práctico de
anotar, en un pizarrón o en lo que alguna vez llamamos “cuaderno de novedades”,
cuando los distintos horarios impedían un diálogo inminente. Esa lista de temas
– desde los más simples hasta los más complejos – deberá ser abordada en
reuniones periódicas, acordadas en base a las pautas o exigencias de la tarea
cotidiana, evitando cualquier excusa y cumpliendo con esas reuniones como si
fuera una tarea más que no podemos eludir.
Por supuesto, se trata de reuniones de corta duración, diría
lo más breves posibles. La idea es tomar cada trema y buscarle soluciones,
porque pueden surgir varias mociones y quizás la salida esté compuesta de más
de una alternativa.
Utilizar todas las herramientas internas - carteleras,
Intranet, reuniones de trabajo, revistas, blogs, cuadernos y ayuda memoria
pequeños, entre algunas de las más notorias -, es otra de las opciones, ya que
ese uso hará que la participación sea natural, involucre a todos y esto redunda
en una mejora notable del clima laboral y, por ende, que la comunicación fluya
sin inconvenientes, al margen de la distinta relevancia de los temas.
La Mejor Comunicación es la que se implementa. Si es a
través de un plan con objetivos claros, posibles y medible, mucho mejor aún. Las
Pymes pueden convocar a especialistas, tercerizando los aspectos específicos y
monitoreando junto a ellos los resultados.
No podemos ni debemos olvidar que, cualquiera sea el tenor
del mensaje, la Comunicación será más eficiente si se la realiza cara a cara, boca
a oreja, aplicando la Escucha Activa que no es nada más ni nada menos que
respetar la palabra del otro / los demás, cuando estos hablan, junto a una
atención acorde a ese respeto. Este proceder hará que seamos respetados también
y de esta manera el diálogo sea mucho más fructífero.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es la manera de escribir
un mail o un mensaje de texto. La claridad es vital.
Pero también lo es que, aunque breve, contenga los elementos
necesarios para ser rápida y fácilmente comprendido. Es frecuente observar que
muchas Personas escriben en letras mayúsculas: deben saber y comprender que
esto equivale a gritar y no se obtiene nada bueno de esta manera.
Sé que habrá quienes piensen que se trata de sugerencias perimidas.
A esas Personas y a quienes consideren que pueden ser efectivas, me permito
invitarlos a que desarrollen estas acciones y luego me comenten, si así lo consideran
oportuno, cuáles han sido los resultados obtenidos.
Se trata de incorporar todas las herramientas posibles,
especialmente las nuevas tecnologías, sin desechar aquellas que nos han
permitido avanzar hasta este presente. Sería algo similar a escuchar la voz de
la experiencia, de no hace tantos años, o de recordar los concejos de ancianos
de los aborígenes: estos no conducían ni eran responsables de los hechos
presentes, pero eran escuchados atentamente para luego tomar decisiones
pensando en el futuro.
(*) Comunicador Social. Escritor
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O. y Co Editor del Portal
Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar
Omar Lillardo Alonso Comunicación, Creación y Expresiones http://omarlillardo-autoresomar.blogspot.com.ar/
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