Sabías...

A modo de bienvenida les dejo el significado de mi nombre y los invito a sumarse con sus textos, cuadros, música y cualquier creación que nos permita enriquecer el alma


Omar


Nombre Masculino de origen Árabe: Que tiene larga vida.

Caracteristicas : Es racional, estable y usa su sentido común para resolver todas las situaciones

que se le presentan. Es generoso y amable con los demás.

Amor : Es leal y detallista con su pareja cuando quiere de verdad.

miércoles, 9 de mayo de 2012

El Mensaje de la Estafa Moral


La juventud es una de las etapas más efervescente de la Vida, tal como la conocemos. La experiencia personal lleva al dolor de la futura defraudación de muchos jóvenes, aún en formación, porque de uno y otro lado son tironeados y reciben una carga excesiva de aleccionamientos, la mayoría incorrectos y demasiado inclinados a intereses de unos pocos, lo cual deriva hacia el naufragio de la confianza y la credibilidad.


Vivimos en un espacio-tiempo de cambios constantes que, algunos, parecen haber descubierto y la asumen como incertidumbre. Vale recordar que la vida está compuesta de permanente incertidumbre, ya que no sabemos que puede ocurrir en el instante siguiente.

A veces nos encontramos ante expresiones de jóvenes que intentan modificar situaciones conflictivas y no deseadas. El encuentro no es casual, porque mental y espiritualmente estamos en busca de algo determinado y llegamos allí, entonces, por causalidad. El párrafo siguiente forma parte del final de un trabajo que, así fragmentado, me permite continuar con el desarrollo del tema que me preocupa.


Necesito dejar sobre la mesa mi deseo de levantarnos poco a poco de esta anestesia en la cual estamos sumidos, para comenzar nuevamente a afectarnos, a dolernos, a agrietarnos. Para dejar que el dolor nos parta el corazón y la esperanza nos parta la cabeza. Porque confío en que así, lentamente, quizás, por intermedio de nuestra fe y de la gracia de Dios, las cosas puedan comenzar a cambiar.
Tras la esperanza defraudada, la real espera.”
Maia Beccar Varela – Fundación Arché


No resulta sencillo trasladar la experiencia de nuestra juventud, la desazón ante la actitud y decisiones de los adultos que, sin duda, modifican nuestra realidad y la afectan profundamente, repitiendo cíclicamente esas defraudaciones y estafas de manera traumática, dejando una fuerte impronta de desazón e impotencia.

Mi experiencia, a través de varios intentos, me ha dejado un sabor agridulce, ya que los logros obtenidos resultan muy pequeños ante las tremendas tragedias sociales, económicas y culturales que hemos sufrido en nuestros País. Puede deberse, por supuesto, a no haber encontrado el camino adecuado o no haber sabido llevar adelante el proceso correcto para alcanzar los fines propuestos. Seguramente hay también errores cometidos en el intento de realizar buenas acciones.

Pero hay algo que está muy claro y es el cambio permanente de las pautas y reglas de juego que han sabido implementar “nuestros representantes”, los cuales repiten una y otra vez las mismas atrocidades - aunque tengan otros matices - y no se responsabilizan de nada, al margen de los nombres y de los grupos partidarios.

Ojalá esté equivocado al presentir un desenlace traumático, pero todos los indicadores económicos y sociales así lo preanuncian, una vez más como tantas otras anteriores, sabiendo que, también una vez más, el costo lo vuelve a pagar el Pueblo. Un Pueblo que parece dormido o, al menos, es lo que demuestra en su accionar sin memoria, porque aún estamos pagando las consecuencias de los noventa - cuyas causas no se han modificado mayormente – y se agrega, duramente, cada vez más duramente, el actual período.

En este contexto quiero dejar esta humilde opinión porque no quiero que los jóvenes de hoy sean llevados a una nueva estafa moral, desde el punto de vista social y cultural más que desde el económico. Pero mi expresión de deseo es sólo eso, ya que no puedo cambiar los hechos que se suceden sin solución de continuidad y a un ritmo vertiginoso, con la clara intención de no dejar pensar.

De este concepto: “no dejar pensar” es de donde parte mi preocupación porque lo que sobreviene, como consecuencia, es la comprobación durísima al chocar con la realidad, de un camino tortuoso y muy distinto a la autopista que se plantea estamos transitando. De allí la pérdida de la confianza, la impotencia y el alejamiento de los temas que afectan nuestras Vidas y deben merecer nuestra atención, sin dejar el mencionar el enorme dolor y la herida que no cerrará tan fácilmente y a la que no todos podrán curar en su alma.

Ojalá ese naufragio no se concrete aunque cada día que pasa el barco, en el que estamos todos, da muestras de serias falencias y de un casi inevitable destino de ir en ese sentido.

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