Estamos asistiendo a una real batalla mediática de ideas que,
en realidad y lo que es peor, es de intereses económicos escudados tras la fachada
o máscara de la ideología. Como siempre, las bajas humanas y materiales se
cuentan, numerosas y dolorosas, entre las Personas que sufren las consecuencias
y que, una vez más, se ven avasalladas por pequeños seres inescrupulosos, a los
que no les interesa que pasa con ellas.
Esto debe ser dicho, porque asistimos el uso abusivo,
desmedido y falaz de la Propaganda desde distintos ámbitos - público y privado
- sin medir consecuencias, ya que lo único que les importa es “su” resultado
personal y del sector corporativo que han sabido construir. La mejor manera de
informarnos y aportar un poco de claridad es recordar “qué es la Propaganda”.
Propaganda
La propaganda es una forma de comunicación que está dirigida
a influir en la actitud de una comunidad hacia una causa o posición.
Generalmente se repite y se dispersa sobre una amplia variedad de medios con el
fin de crear el resultado deseado en las actitudes de la audiencia.
Al contrario que el suministro de información imparcial, la
propaganda, en su sentido más básico, presenta información sobre todo para
influir en una audiencia. La propaganda presenta a menudo hechos de forma
selectiva - por lo tanto, puede llegar a mentir por omisión - para fomentar una
síntesis particular, o utiliza los mensajes cargados para producir una
respuesta más emocional que racional a la información presentada. El resultado
deseado es un cambio de la actitud hacia el tema en el público, con el objetivo
de promover una agenda política.
La propaganda puede ser utilizada como una forma de guerra
política.
Mientras que el término propaganda ha adquirido una
connotación muy negativa por la asociación con sus ejemplos más manipuladoras y
patriotera, la propaganda en su sentido original era neutral, y podría
referirse a los usos que en general eran benignos o inocuos, como las
recomendaciones de salud pública, los signos a que los ciudadanos participar en
un censo o una elección, o mensajes de alentar a las personas para reportar
crímenes a la policía, entre otros.
"De forma
neutral la propaganda es definida como una forma intencional y sistemática de
persuasión con fines ideológicos, políticos o comerciales, con el intento de
influir en las emociones, actitudes, opiniones y acciones de los grupos de
destinatarios específicos mediante la transmisión controlada de información
parcial (que puede o no basarse en hechos) a través de los medios de comunicación
masiva y directa."
—Richard Alan Nelson, A Chronology and Glossary of
Propaganda in the United States, 1996
Resumiendo, la Propaganda no es mala en sí misma pero
comienza a serlo desde el momento en que se la utiliza deliberadamente para
obtener beneficios personales y/o sectoriales.
Tampoco es el público el único ámbito de aplicación, aunque
sea en este donde más se aprecie, especialmente cuando quienes la implementan demuestran,
una y otra vez, su ineptitud y ausencia de escrúpulos, a los cuales se adiciona
una importante cuota de inexactitudes de manera sistémica.
En el ámbito privado el proceso es similar y pasa casi
inadvertido porque la comunicación es periódica y, tal como es presentada, cubre
las mismas instancias con Personas adecuadamente preparadas para desarrollar
esa actividad, a la cual se adicionan pautas de efecto y una eficiencia
empresarial que, en general, parecen no presentar fisuras.
Hasta aquí pareciera que todo está definido, poniendo a los
malos de un lado y a los buenos del otro, pero esta situación se empareja cuando,
en la práctica, las acciones son similares en cada empresa o se corporizan por
sectores, dando lugar a objeciones notorias y que, de hecho, contradicen o
desmitifican la solvencia que esgrimen las palabras.
La consecuencia, en ambos casos, es la conflictividad
social, un intangible tan temido como riesgoso que puede provocar fisuras en el
sistema interno y viraliza el externo, minando la imagen y la gestión hasta límites
impensados.
No es mi intención emitir juicio sobre el particular, pero
sí dejar en claro que los viejos paradigmas han caducado. La búsqueda de nuevas
maneras de gestión está en marcha desde hace algunos años en el mundo. Como es
habitual, llegan a estas tierras un cierto tiempo después, pero está claro que
indican una manera totalmente distinta de “gestionar” y de “conducir”, donde
las Personas sí son tenidas en cuenta como tales, donde se consideran
importantes sus habilidades o competencias laborales y se los incluye en un
Equipo de Trabajo, cuidando el Clima Laboral como herramienta vital para
alcanzar objetivos comunes.
La Propaganda, entonces, debe ser una Herramienta más y debe
ser utilizada con coherencia, claridad y ajustada a la realidad, tomando de
estas nuevas formas y prácticas el concepto holístico por sobre el individual,
haciendo hincapié en el hecho concreto de que nadie puede solo.
Sugerencia sobre este tema: leer también Actitudes goebbelianas