Las decisiones de un Pueblo aparecen y se muestran, en
repetidas ocasiones y hechos, en posiciones totalmente contrapuestas, extremas,
- en el análisis se las puede definir como ‘pendulares’ -, aun sabiendo que
nada cambiará cuando, en realidad, ese sea su anhelo. En el contexto actual de
Argentina sería solo una mascarada más para ocultar la verdad y continuar en el
poder.
Otra vez (y van…) aparece en el escenario político
partidario argentino un ‘acuerdo’ que nada tiene de recato ni mucho menos
respeto a la ciudadanía, pues las expresiones de ambos bandos así lo determinan,
con la intención de evitar que sea otra fuerza la que llegue al poder y les
cierre todas las posibilidades de continuar con ‘sus negocios’ (en realidad negociados), además del riesgo de
darlas a conocer públicamente, aunque se aprecien por los ‘contratos’ que continúan la línea de
acción que comenzara en la década de 1990.
La pregunta es si esa ‘tercera opción’ tiene o puede tener
la posibilidad y el coraje de modificar, concreta e históricamente, la corrupción
que genera el poder y extiende un manto de impunidad sobre toda esa connivencia.
En esos ‘movimientos pendulares’, que encarnan los
gobiernos, queda atrapado el Estado cerrando así toda expectativa de cambio de
la sociedad en su conjunto.
Nos ilustramos con el significado de Estado Pendular y Ley
del Péndulo
Estado pendular
Swing significa balanceo u oscilación. Pendular parece
lo más correcto para la traducción de este término.
Battleground state significa literalmente,
"estado de campo de batalla". Por tanto, estado en disputa parece la
traducción más idónea salvando la distancia que hay entre ambos significados.
“Ley del péndulo”
Se utiliza la expresión “ley del péndulo” para señalar
las oscilaciones que se producen en las preferencias políticas y electorales de
los pueblos. Unas veces votan por la izquierda y otras por la derecha, en un
vaivén que tiene un cierto ritmo y regularidad —e, incluso, una cierta
previsibilidad— en los países que carecen de partidos políticos hegemónicos.
La “ley del péndulo” o el “efecto péndulo” es una
forma gráfica de referirse al movimiento dialéctico que suele producirse en la
vida política. Con frecuencia en ella se expresa la ley mecánica que determina
que a una acción corresponde una reacción contraria de fuerza equivalente. Esto
produce una oscilación de las cosas políticas de un lado al otro, que con
frecuencia se expresa en el ámbito electoral. Gana una elección un partido y la
próxima la gana su contrario. Alternan oposición y gobierno. Esto se ve
claramente en los países en los que no hay una fuerza política hegemónica y en
que funcionan sistemas bipartidistas.
Este bamboleo se explica, a mi modo de ver, porque las
circunstancias de orden político, económico, social o de cualquier otra clase
configuran progresivamente, entre un proceso eleccionario y el siguiente,
ciertas condiciones que favorecen a una determinada solución electoral. Los
requerimientos populares van moldeando caprichosamente un espacio, que no puede
ser llenado más que por una de las propuestas electorales.
Esto explica el movimiento pendular de las decisiones
electorales en los diferentes períodos. Unas veces el pueblo se inclina por un
hombre de paz, otras por uno enérgico, en unas ocasiones da su voto por las
tesis de la izquierda y en otras por las de la derecha, dependiendo de los
antecedentes y las circunstancias.
Seguramente, especialmente para los más jóvenes, mis
expresiones pueden parecer y resultar muy polémicas o hasta difíciles de entender
y aceptar.
Permítanme aclarar que no es algo que ocurre ahora, desde el
retorno a la Democracia. En uno de los lugares donde me tocó trabajar para
pagar mis estudios en la Ciudad de Buenos Aires - año 1969 -, conocí a uno de
los dueños de la empresa - quien había sido empleado de Vialidad de la provincia
de Buenos Aires durante varios años -, y me comentó que una ruta (la que une
Chacabuco con Bragado, en el noroeste bonaerense) figuraba asfaltada tres veces…
aun hoy solo se observan las alcantarillas y sigue siendo un camino de tierra. Nací
en Bragado y doy fe de esa historia porque veo como sigue ese tramo que une dos
ciudades importantes.
Esto quiere decir que desde el siglo pasado y hasta el
presente no ha cambiado nada.
Mientras tanto, al margen de la impericia o no de
conducción, seguimos perdiendo Seres Irreemplazables en las rutas destruidas y
se despilfarra el esfuerzo de millones de Argentinos, que podríamos estar
compartiendo un mayor nivel de Calidad de Vida.
Si comparte ese mensaje de desidia o cambia con control
ciudadano posterior de su voto es una decisión a tomar. Muchas alternativas no
nos ofrecen, pero es nuestra responsabilidad elegir cómo queremos vivir de
ahora más y sí realmente queremos reformular la República y potenciar la Nación
y el País.
(*) Comunicador Social, Escritor
Autor del libro digital de poemas VIVENCIAS
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O., Consultoría y
Capacitación Empresarial http://grupocosmo.wordpress.com/
Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar
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