¿Cuál es el “mensaje” de los gobiernos?, que
responden con desvergonzada elusión de la realidad y sin flaqueza moral. Hay
protestas masivas, movilizaciones multitudinarias o de vecinos hartos de la
prepotencia, la barbarie, la impunidad y la desidia de la mayoría de los
“servidores públicos”
¿Cuál es el mensaje de la sociedad?
Omar Lillardo Alonso (*)
Esa “ausencia” deliberada del Estado (léase gobierno de
turno), logra su cometido: exacerbar los ánimos de millones de Personas que,
día tras día, durante toda su vida aportan su esfuerzo para sostener un
“sistema” plagado de “modelos” que no los contemplan y que, por lo tanto, no
gestionan la agenda popular. Además, hay infinidad de “parásitos” que, de otro
modo, deberían hacer lo que esos millones: trabajar.
Ni estos argumentos ni ningún otro avalan ni justifican la
justicia por mano propia.
Permítanme recordar una frase que me parece oportuna:
No existe para el Peronismo
más que una sola clase de hombres: los que trabajan. Juan Domingo Perón
Con respecto a las preguntas iniciales:
El mensaje de los gobiernos (debe pensarse en los tres
poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial), es totalmente ajeno a lo que le
pasa al Pueblo. Su única preocupación, en general, es la próxima elección o dar
sentencias que no les compliquen la existencia en el cargo que ocupan (con las
consabidas honrosas excepciones).
El papel del estado
Los de los linchamientos son escenarios
donde el estado no llega, llega tarde o llega mal. Es decir, no cumple con lo que de él se espera en
cualquier sociedad: garantizar, hacia adentro y hacia fuera de las fronteras,
la vida, la libertad, el patrimonio y la seguridad de las personas.
Se discute si esta
situación expresa un caso de “estado fallido” o “fracasado”, es decir un estado
que alguna vez existió y funcionó y ya no lo hace, si directamente es el efecto
de una lisa y llana ausencia de estado, o si expresa un proceso inacabado de
formación estatal. Se debate también si esa ausencia, falencia o carácter
incompleto se refiere a la institucionalidad material del estado (por ejemplo
cobertura parcial de la territorialidad y la población por determinadas
agencias públicas: fuerzas de seguridad, organismos judiciales, etc.) o también
a su dimensión cultural simbólica (Corrigan y Sayer 1985), a su incapacidad
para instalarse “en la mente y el corazón los individuos” (Strayer 1981) y
alimentar sentimientos de lealtad a sus instituciones, expresados en prácticas
individuales y colectivas. Esa falencia se expresaría tanto en vacíos o
ausencias institucionales, en el rechazo
o insatisfactorio reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural en el
caso de sociedades multiétnicas, en el violentamiento por el estado de su
propia legalidad: asesinatos extrajudiciales, tortura de detenidos, sobornos,
impunidad y colaboración con el delito, etc., o en la combinación de todas esas
manifestaciones.
Carlos M. Vilas - Universidad Nacional de
Lanús, Argentina
El Pueblo ha sido abandonado en todos los aspectos
institucionales que, sin ninguna
duda, muestran solo una atención formal, luego de haber generado y formado una
larva de violentos, a los cuales alimenta y alienta, sin importarle que su
apetito sea cada vez más voraz y destructivo, incluso para ellos mismos, en un contexto
de absoluta y total Impunidad.
Algo definido hace tiempo como “la pelea de pobres contra pobres”.
¿Cuál es el mensaje de la sociedad?
El mensaje de la sociedad no es escuchado. Ese
pedido de auxilio y contención no escuchado derivó, consciente o
inconscientemente, y condicionó el accionar popular hacia “linchamientos” de delincuentes: Algo que no corresponde ni debe continuar.
Para ello es imprescindible que funcionen, real y efectivamente, las
Instituciones
Para eso es imprescindible que quienes se postularon y asumieron un
cargo o fueron convocados a ocupar determinada función: cumplan con su
responsabilidad; que los empresarios y sindicalistas dejen de mirar para otro lado mientras hacen su negocio; y que los dirigentes
sociales defiendan efectivamente a quienes dicen representar.
De otro modo, esa “ausencia” de gobiernos y estados va a ser
reemplazada por una Democracia más participativa y ciudadanos más
comprometidos, - algo que ya está sucediendo y que da origen a marchas y
reclamos masivos: lugar en cual no tienen espacio los funcionales – dando así
lugar al desarrollo de nuevos modelos de gestión real y concreta.
Cuando se niega o se “desconoce” deliberadamente la realidad
es porque solo interesan los negociados particulares, sectoriales o grupales
(al estilo mafioso), despreciando a los demás sin importar que les pasa. Esto
significa, lisa y llanamente, que defienden un “modelo” donde la Vida no vale
nada.
Por el contrario, inmersos en una mayoría absoluta, estamos quienes
vemos al otro o los demás como iguales en un modelo de Vida compartida, sin
exclusiones.
(*) Comunicador Social, Escritor
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O., Consultoría y
Capacitación Empresarial http://grupocosmo.wordpress.com/
Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar
http://omarlillardo-autoresomar.blogspot.com.ar/
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