¿Cuál es el límite? ¿Qué debe pasar para que un Pueblo
despierte de su letargo? ¿No alcanza la realidad?
Una muerte sin sentido es un costo enorme para una
Comunidad. Peor aún si son muchas - con datos oficiales confusos o dispares - y
la máxima autoridad nacional baila sobre esa sangre.
Por Omar Lillardo Alonso (*)
El Relato, ya desquiciado, agobiado y aturdido en su propia
irrealidad, pretende seguir robando Vidas.
No importa el número final. Sí importa que la Corrupción,
oculta tras el Relato, continúe manchando con sangre y dolor la historia de
estos años de nuestra bendita Argentina.
Impunidad es la palabra y el Estado de Situación, que deben
ser penados como delitos de Lesa Humanidad.
Las Vidas sesgadas por este proceso - donde el gobierno no
se hace responsable de nada ¿? - están
relacionadas y se pueden apreciar en las crónicas cotidianas que señalan las
causas en el narcotráfico, la impericia o desinterés en el tema salud, en las
rutas sin arreglar o el ferrocarril abandonado a su suerte, cuando en realidad
ha centralizado el poder de manera extrema, incumpliendo la ley madre: La
Constitución.
¡¡¡Basta!!! De “condenas sin cárcel”, de políticos absueltos
a pesar de haber abusado de su poder en desmedro del Pueblo y de supuestos
“políticos” defendiendo “algunos” Derechos Humanos en la figura de “algunos”
amigos. Solo les falta decir que son “Derechos y Humanos”: muletilla de la
dictadura militar.
Sabemos o, al menos, deberíamos haber aprendido de la noche
más oscura de nuestra historia: que la violencia, provenga de donde provenga y
de se aplique de la manera que sea, no conduce a nada salvo destruir a las
Personas y a la Comunidad.
El Pueblo Argentino sigue acunando la Paz, la Libertad, el
Trabajo y continúa expresándose con calma y ahora ya con mucha firmeza.
Es necesario, ahora y antes que sea demasiado tarde – dicho
esto sin que se alteren los plazos ni los Derechos Adquiridos legal y
legítimamente (algo que algunas Personas que dicen representarnos si han
perdido) – que equipos de trabajo y opiniones diversas busquen y acuerden
consensos sobre los temas de la agenda prioritaria que aqueja al Pueblo. Una
vez alcanzado ese consenso: exigir su cumplimiento efectivo, concreto, real, a
quienes, diciendo respetar y valorar la democracia, le han dado y le dan la
espalda a la Gente: Personas que nunca han estado en su consideración, pues si
así hubiera sido no estaríamos en la crsis que esta o pretenden ser
dirigentesmos desde el punto de vista social.
Como Pueblo. Como ciudadanos. como Comunidad Organizada merecemos,
por nuestro aporte cotidiano y no solo desde el punto de vista económico sino,
esencialmente, de organización: Una Vida Digna.
Es una tarea que involucra a todos. Todas las Personas que
son o pretenden ser dirigentes. Y también al Pueblo en su conjunto,
reconociéndonos como tales y controlando efectivamente a esos dirigentes, para
demostrar en la práctica que somos capaces de construir en la diversidad,
dejando de lado la exclusión que nos han impuesto y hemos permitido avanzar
impunemente al tolerar la uniformidad del unicato, totalmente opuesto al
Respeto, a los Valores y a las Instituciones.
Una vez más, como vengo repitiendo desde hace años, depende
de nosotros, de darnos el lugar que nos corresponde como iguales, sin
privilegios, dando lugar al principal Derecho Humano que nos antecede y es
nuestro propio Origen… lo demás es fuego de artificio para entretenernos y
sacar ventajas personales o grupales.
(*) Comunicador Social, Escritor
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O., Consultoría y Capacitación
Empresarial http://grupocosmo.wordpress.com/
Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar
http://omarlillardo-autoresomar.blogspot.com.ar/