El Mensaje Popular
Fase general
Son varias las formas, maneras y elementos que integran esta
comunicación, complejizando aún más un proceso que, naturalmente y por nuestra
propia conformación como Personas, es complejo. Para intentar analizarlo hay
que ubicarlo en el actual contexto socio - cultural - político - económico y
espero sintetizar el producto de mis observaciones y reflexiones, de tal manera
que se transforme en un aporte para poder comprenderlo.
Por Omar Lillardo (*)
El sistema económico mundial que rige desde los ’90 ha
logrado imponer conceptos que han transformado la cultura con una magnitud tal
que, en general, se exhibe hoy de la manera más cruda y cruel para los seres
humanos… que nunca estuvieron contemplados como tales ya que sólo se imputan
como un número más.
Si bien la Solidaridad, valor fundamental en una sociedad
que se precie como tal, sigue presente en el seno primario, ha dejado de tener
la vigencia que nos caracterizó en la década de 1970 en nuestro País. A partir
de entonces, merced a la violencia
genocida y la complicidad de muchos sectores primero - incluida la sociedad en
general -, la continuidad y la concreción de los planes pensados para una
sociedad diferente fue consolidada después, en la década de 1990, llevándonos a
gestar una sociedad tal como la vemos ahora.
¿Qué relación tiene esta definición de contexto con el
mensaje popular?
La relación es Total.
Es el comportamiento individual y colectivo, con claras
muestras de prevalencia de lo individual sobre lo general, con un desprecio
total por la vida personal y, por lo tanto, trasladado al ámbito social que,
por esos conceptos trastocados en la cultura general - especialmente en las
grandes ciudades - devienen en una violencia desmedida en todos los órdenes y
en todos los niveles.
Este tipo de comportamiento es también incentivado
fervorosamente desde la dirigencia en general. Se observa en casi todas las
expresiones, también en general con doble discurso, enmascarando el verdadero
interés que, una vez más y ya muy poco disimulado, es personal y/o sectorial,
lo cual constituye un enorme aporte a ese espiralado y acelerado ámbito del
mensaje de violencia, muchas veces vacío de contenido, de coherencia, alejado
de verosimilitud con la realidad cotidiana y con los intereses del Pueblo.
Si esto es así, ¿por qué el Pueblo reproduce y se hace
partícipe de ese tipo de mensaje y, esencialmente, de ese tipo de actitudes?
Porque ha abandonado aquella conducta de respeto por el otro
/ por los demás, adoptando como prioritaria aquella que le permite alguna
diferencia, en el ámbito económico - social - político, sin importar los medios
usados para obtenerla, dando lugar a la generación preeminente de una nueva
cultura: la Ley de la Selva o la Ley del más fuerte, en el lenguaje popular:
Sálvese quien Pueda.
A tal punto hemos llegado que si nos detenemos, aunque sea
unos instantes, a observar el comportamiento en general y el propio en
particular, dedicándole un poco más de tiempo, vamos a comprobar que estamos
realmente muy mal en todo sentido. Un dato es sinónimo y confirmación de esta
aseveración: el elevado consumo de ansiolíticos en nuestro País.
¿Será por eso que parecemos dormitar y no apreciar el engaño
al que somos sometidos, una y otra vez, y cuyas consecuencias vamos pagando
casi sin darnos cuenta?
En parte sí, pero en mucho tiene que ver con ese cambio
cultural que se ha arraigado en cada uno de nosotros, aún cuando no aportemos a
esa corriente, ya que al no poder modificarla dejamos que todo siga su derrotero
sin pensar en las consecuencias ni a quienes afecta con mayor impacto: nuestros
jóvenes y adultos mayores, además de nuestros hermanos pobres.
Una vez más expreso mi posición: una sociedad que no cuida a
sus jóvenes y a sus mayores transita un camino de autodestrucción.
Lo que duele y mucho, es que no se perciba que la memoria
histórica va dejando huellas imborrables en quienes dentro de poco deberán
hacerse cargo de la conducción de las Instituciones. Esas Personas,
probablemente y por esa condición instintiva e intuitiva natural en los seres
humanos, encuentren el atajo correcto que hasta hoy no hemos sabido o no hemos
podido influir para que se vea y comenzar a transitarlo para volver a ser lo
que fuimos y que nunca debimos dejar de lado.
Habrá que dejar de lado esa mala costumbre de denostar a
quienes intentan, al menos, dirigir el tránsito hacia esas instancias. Habrá
que acompañar y cuidar a esas Personas para consolidar los liderazgos
necesarios e imprescindibles para retomar el camino de la dignidad.
Otra vez, como siempre en busca de realizar un aporte por
mínimo que sea, ojalá compartan esta manera de pensar y sentir. Si es así,
agradecería que lo hagan llegar a las Personas que aprecian. No hay ninguna
intención encubierta ni tampoco una búsqueda de reconocimiento.
A mi edad la única búsqueda es la de la tranquilidad de
haber hecho lo correcto en el momento adecuado o, por lo menos, haberlo intentado.
Como siempre, espero comentarios.
(*) Comunicador Social, Escritor, Director Asociado de Grupo
Co.S.M.O. y Co Editor de Estrategia
& Negocios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario