Esta expresión, muy usada en la dedada del ’70, parece estar reciclada en boca de quienes tratan, sin conseguirlo, de explicar lo inexplicable y, muchas veces, injustificable. La realidad supera la ficción de muchos pseudo-dirigentes.
La voz del Pueblo sigue sin ser escuchada…
Las “encuestadoras” son privadas y también, al igual que el gobierno nacional, insultan a estudiosos y científicos además de estafar al Pueblo, con sus “verdades dibujadas” pagadas por quienes dicen representarnos. Por supuesto, con nuestros aportes fruto del esfuerzo cotidiano.
Digo estafar porque las verdaderas encuestas, por estas horas, las determinan las urnas. Urnas a las cuales llegamos todos con total respeto y en Paz; estamos representados todos, sin excepción, tomando decisiones libremente.
Esta variable no es tenida en cuenta por la desesperación de quienes ven que se quedan “sin trabajo” y que, por su incapacidad e inoperancia, saben que les resultará difícil insertarse en el mundo laboral que, por otra parte, desconocen. Esta también es una variable no relevada por las “encuestadoras” que, en general, no valoran y no les interesa la verdadera opinión del interior de nuestro País.
Así las cosas, los “iluminados” de los ’70 vuelven reciclados a expresar que no son responsables de lo que provocan porque, como en aquellos tiempos, tampoco se hacen cargo de sus errores. Errores que fueron brutales en aquella década y que hoy también causan muertes y heridos que, más temprano que tarde, les demuestran que los errores se pagan.
La voz del Pueblo
Sigue haciéndose oír, aunque no quieran escucharla.
Espero que la respeten cuando, en no mucho tiempo, les diga que se tienen que ir, que no los soportan más, - me corrijo: no soportamos más -, porque ante tanta cerrazón y tozudez surge la duda de que cumplan con el mandato popular ya que, hasta ahora, han incumplido con las instituciones poniendo en riesgo su continuidad.
Un ejemplo claro y concreto es la paralización legislativa, salvo para lo que consideran importante, lejos de las necesidades del Pueblo que dicen defender y con la complicidad de quienes dicen ser opositores y pretenden ocupar el lugar de los otros.
Por lo tanto, llegará el momento en que el Pueblo deberá tomar decisiones que le permitan transformar su realidad en una vida digna de ser vivida, especialmente en un País como el nuestro, donde duele ver la pobreza, el abandono y el desprecio hacia todas aquellas Personas que solo pretenden - pretendemos – que esa vida digna pueda ser sostenida en el tiempo, sin sobresaltos y con la solidaridad que tantas veces hemos demostrado los Argentinos.
Será entonces el momento histórico que marcará el cambio de esa frase acuñada para dominarnos:
“Yo, Argentino”
… transformándola en una frase que nos identifique, con el orgullo y la humidad de re-conocernos Argentinos.
Gracias por leerme. Espero comentarios