Es inviable un País donde el salario mínimo y/o la Jubilación mínima no alcanzan para comer o la paupérrima compensación de las Personas Esenciales y la Ausencia del Estado en el cuidado de la niñez y adolescencia, para citar las primordiales; en general: tampoco permite impulsar un Mercado Interno con poder Adquisitivo Devaluado porque no lo sustenta y no permite que Toda la Población acceda a la Salud, la Educación, el Trabajo, la Cultura, la Seguridad en todos los Sentidos y todo atenta contra el Derecho Humano… que solo se aplica para uno de los pequeños sectores, uno de los mismos que contribuyeron a la destrucción del País y sus Instituciones.
Párrafo especial merecen los dos extremos de la Vida Humana: las Niñas y Niños y los Adultos Mayores: para ellos solo ha habido y hay brutales ajustes y tremendos ‘manotazos’ a los Fondos específicos, para lo cual, en varios momentos, se ha llegado a ‘militarizar’ el Congreso Nacional desnaturalizando la esencia del mismo, sin olvidar el período de la ‘escribanía’…
En las circunstancias actuales, herencia puntual de los últimos 17 años, Todo lo sucintamente expresado y que debemos modificar se ha transparentado y puesto en Evidencia como consecuencia de la Pandemia. Pareciera que, con Honrosas Excepciones, Nadie quiere Ver ni Hacerse Cargo de la Realidad: Quién quiera Oír que Oiga, Quién quiera Escuchar que Escuche, pero también debe quedar claro que no hay más Tiempo para un nuevo Fracaso, con todo lo que esto significa.
Por lo tanto, es imprescindible e impostergable el Debate y los Consensos sobre los Temas Prioritarios: Salud, Educación, Trabajo Digno y Registrado , Seguridad (Personal – Colectiva y Judicial), Economía sustentada en la Producción y el Empleo, que deben pasar a ser Políticas Públicas pensadas para 30 años, con revisión cada 5 años habida cuenta de los constantes y vertiginosos cambios en todos los aspectos. Sería conveniente, en este proceso, que la participación de los jóvenes sea mayoritaria porque no están contaminados con las vetustas y perimidas ‘ideas’ del siglo pasado.
Como Enunciado es Alentador, pero es necesario que el Pueblo también deje de lado las cuestiones personales, reconozca sus Errores, asuma su Responsabilidad y exija, dentro de la Ley y el Respeto, a los Dirigentes que apoya - en todos los ámbitos y niveles -, el cumplimiento de los Compromisos que Asumen y no Cumplen, configurando así la repetición de Personajes, Personeros e Intermediarios; la reiteración de Acciones que, entre sus Consecuencias, conlleva el Descreimiento General, la Pérdida de Confianza y a Conductas enfrentadas, Socialmente, a las Normas, las Leyes y cualquier otro ‘Papelito’ que ‘pretenda circular’ como ‘Valido’.
Además, para poder concretarlo falta modificar un elemento esencial: la Cultura. Es el correlato de la Educación: que se aprehende en Familia y Hogar. Puede verse reflejado en muchos casos donde, notoriamente, un Título no es suficiente porque falta el Sentido Común y el Valor Humano. Es verdad que las modificaciones llevan tiempo y también es verdad que, como Pueblo, hemos dejado en el camino esos tesoros en Valores que, naturalmente, nos transmitieron nuestros Ancestros… depende del Pueblo Argentino activar la Memoria y recuperarlos.
Una vez más debo reiterar: Depende de Nosotros, Nadie lo hará por Nosotros