Decir algo, comprometerse con
esos dichos al plantearlos como Objetivos y luego, en pocas horas o al día
siguiente, modificar todo por un ‘supuesto’ error que, además, no contempla a
las Personas ni las consecuencias que sobre ellas saben van a desencadenarse
serios inconvenientes, incluso saben que pueden perder hasta la Dignidad… es
sólo posible en mentes Perversas, aunque intenten desdibujar sus acciones bajo pretextos inconexos,
lábiles y mentirosos. Alguna vez, el
Pueblo deberá asumir sus errores y horrores porque también, precisamente por
ser Humanos, nos equivocamos como tales. También, en algún momento,
la Justicia deberá asumir la Responsabilidad que aún no ha tomado como acción
de Justicia Real y Verdadera, para Sancionar, de acuerdo con la Constitución, a
quienes no defienden los intereses del País ni de la Nación.
En momentos en que nuestra Bendita Patria
atraviesa un presente gravísimo, que aún no sabe cuál será el desenlace y su
posterior derrotero, el actual presidente ‘evade’ su Responsabilidad y dedica
parte de su tiempo en ‘disfrutar’ del fútbol internacional y local (hechos
ocurridos en el fin de semana donde se decidieron los cambios de gabinete,
reflejado por varios cronistas y medios cercanos a la actividad del Ejecutivo
Nacional).
Es muy
triste y doloroso asistir a situaciones tan aberrantes y alejadas del Sentido
Común, de la Sensibilidad como Seres Humanos, cuando hay vecinas y vecinos - ¡Niños
en particular! - que no tienen la posibilidad de contar con un plato de comida
por día.
La historia
siempre da cuenta de estos sucesos aberrantes, pero la pregunta merodea y surge
con muchísima fuerza: ¿¿Hasta cuándo?!
El Pueblo
argentino ha sufrido y sufre las consecuencias de las ‘decisiones’
supuestamente equivocadas de sus ‘dirigentes’, se esfuerza para cubrir la
Barbarie que ellos le imprimen a ‘sus gestiones’, paga todas las fiestas –
donde se incluyen a empresarios, gremialistas y una sarta de atorrantes
impresentables que siempre pululan cerca del poder de turno para sacar su
tajada. La Justicia no ve, no oye ni actúa…
Habiendo pasado
tantas situaciones como esta, la observación de la experiencia indica que
estamos en la calma previa a la tormenta… y el pedido, casi un rezo, aparece naturalmente:
ojalá no perdamos más Vidas. A pesar de los errores cometidos como Pueblo, el
precio es siempre muy grande, muy duro y nadie quiere repetir ese tipo de
hechos.
El desenlace
natural, sin saber cuál, está a pocos pasos, aunque estos se desarrollen en
meses, pero siempre llega.