En un artículo reciente hablaba de las Decisiones en referencia a las que tomamos,
en Argentina y como Pueblo, en el ámbito político, que siguen siendo Pendulares
y a su vez generan ciclos que se repiten. Hoy, la ola es amarilla… volveremos a
vivir un tsunami político, social y económico. En estos días, me encuentro con
información sobre el Nobel de Economía y los fundamentos que sustentan ese Premio,
relacionados no solo con la economía sino también con los aportes de la
psicología pata analizar y entender el comportamiento de las Personas y de las
Sociedades.
En la nota mencionada en el párrafo anterior - Decisiones - hice referencia al presente y la visión
de futuro, los puntos de coincidencia de la Comunidad tales como: Vivir en Paz y con
Dignidad, con su Familia, Amigos, Vecinos y Trabajar para Sustentarse.
Sin estas condiciones mínimas no se puede pensar en una
Vida Digna… y esté presente no las ofrece
porque no contempla la agenda de los
Ciudadanos. Sin embargo, poco más de una tercera parte de la
sociedad argentina se ha subido a la Ola Amarilla. La primera mirada a tal Decisión lleva a pensar que no quieren, no
pueden o no les interesa ver la realidad que, sin ninguna duda, es la misma que
sufrimos en los ’90 con algunos matices que, si no prestamos atención, pasan
desapercibidos: en especial el autoritarismo, pero no se contempla lo que
ocurre en este presente al tomar la decisión de dejar atrás un pasado corrupto
y también autoritario.
¿Cómo se puede entender?
Como una intención de cambio que, en la práctica, no es
tal: se reiteran los errores antes cuestionados
– y muy desvergonzados ‘vuelven atrás’, pero si pasa PASA y Queda como ‘aceptada’ por la
sociedad- muchos de ellos son
los mismos que cometió el gobierno de la Viuda de Néstor.
De la experiencia de quien suscribe puedo asegurar que, más
allá de las dificultades económicas a la que nos vemos sometidos – sabiendo
incluso que el ajuste se va a profundizar, después de las elecciones
legislativas de este 2017, sobre los Trabajadores Activos y Pasivos pero no
sobre los ‘grandes contribuyentes’ – es el peor período que me ha tocado vivir después de la
barbarie de la última dictadura militar, lo cual no implica emparentar a este
gobierno con aquel infierno. Hoy, aunque siga siendo formal,
seguimos en Democracia, pero nos falta aprender, en general, que no solo
tenemos Derechos sino también Deberes: cada uno de nosotros, entre nosotros y
con nosotros como Comunidad para poder conformar un País y una Nación que se
aprecien como tales.
Cierro paréntesis y vuelvo al eje del primer párrafo: las
actitudes personales y grupales. Lo que sigue hace referencia, muy breve pero
significativa, para entender porque le dieron el Nobel de Economía a Richard
Thaler.
Premio Nobel al Paternalismo Liberal
Richard Thaler recibió el premio nobel por sus aportes
a la “Economía del Comportamiento”.
El paternalismo liberal es liberal porque considera que:
“la gente debe ser
libre de hacer lo que quiera – y de salirse de arreglos que considere poco
deseables. Tomando prestada una frase, los paternalistas libertarios consideran
que la gente debe ser ‘Libre de elegir’”.
Pero es paternalista porque:
“… descansa en la idea
de que es legítimo para los arquitectos de decisiones que traten de influir en
la conducta de las personas para hacer su vida más larga, saludable y mejor (…)”
Nota de Iván Carrino,
Director de Contraeconomía
Estas definiciones me eximen de más comentarios.
La Libertad de Elegir es el objetivo a
alcanzar. Dicho esto a partir de que hoy y desde hace décadas solo podemos
Optar No Elegir.
No obstante, sigamos defendiendo esta Democracia que tanto
dolor y sangre nos costó… al menos con el voto, hasta que podamos aprender a
Participar en Instituciones que nos Respeten y Respeten las Leyes y las Normas.