Señor Presidente de la Nación
Argentina
Ing. Mauricio Macri
Me comunico con usted a través de
esta carta pública, coincidiendo en que debemos transparentar todos nuestros
actos: usted como Presidente y en mi caso como Ciudadano.
Es en esta condición que me permito
acercarle este comentario sobre sus primeras acciones las cuales, desde mi
humilde conocimiento y experiencia, están totalmente dirigidas al empresariado.
Como Ciudadano - en mi caso, con 66
años, Jubilado por Discapacidad y una militancia que no es la de su espacio -
no he observado una sola medida dirigida a quienes tenemos, como único Capital,
nuestro esfuerzo cotidiano.
Según sus dichos y los de su
equipo, la idea es generar riqueza para luego poder ‘derramar’. No soy
economista y puedo estar equivocado, pero esa definición remite a un largo
período de tiempo para que se pueda producir. En el ‘mientras tanto’ debemos
afrontar el ajuste - previsible aún para quienes somos legos en la materia pero
aquilatamos varios cimbronazos por mala gestión y, esencialmente, por
corrupción - recibiendo siempre la peor parte de la ‘fiesta’ anterior y esto
ocurre desde el siglo pasado.
Usted tiene la posibilidad
histórica de corregir esta distorsión cíclica y agobiante. Sólo le pido que
invoque a su sensibilidad humana y a su sentido común.
Del mismo modo que pudo dar alivio
a los sectores agroganaderos e industriales, para el dólar ahorro, el dólar
tarjeta y los paquetes turísticos, puede hacerlo con los Trabajadores y los
Jubilados y Pensionados de manera definitiva, no sólo desde el punto de vista
económico sino también como señal de transitar un camino de justicia, tantas
veces postergada, a sabiendas de que lo
que nos iguala es lo más justo.
No le pido que lo haga por decreto
porque sería más de lo que hemos dejado y queremos dejar atrás, pero sí por Ley
votada en sesiones del Poder Legislativo - con presencia de la prensa -, donde
cada quien deberá dar la cara y exponer públicamente por qué sí o por qué no.
Dicho esto recordando que la ex presidenta vetó el 82 % y no accedió ante los
reclamos de los Trabajadores por el robo a sus salarios a través del Impuesto a
las Ganancias.
Quizá le hayan informado. Si no es
así le comento que, hace un mes, podíamos reunirnos en familia quincenalmente y
compartir un asado; hoy es casi imposible porque hace falta más de 40% de dinero
para poder concretarlo… y continuamos con salarios y haberes ‘viejos’.
Seguramente puede considerarlo
insignificante. Permítame decirle que no: estamos
hablando de un pequeño gran espacio socio cultural, el cual juega un rol
fundamental en la base de toda sociedad: la Familia.
Es solo un ejemplo. Hay muchos
otros, de la Canasta Familiar, que debemos enfrentar día tras día y en un muy
breve espacio de tiempo se han vuelto onerosos y moralmente incomprensibles.
Quizás usted y su equipo puedan pensar y elaborar un programa de descuento del
IVA a un grupo de alimentos básicos - para todos los Argentinos por igual y sin
excepciones: lo que nos iguala es lo más
justo -.
Me permito, respetuosamente,
reiterar lo siguiente:
Usted tiene la posibilidad histórica de corregir esta distorsión
cíclica y agobiante. Sólo le pido que invoque a su sensibilidad humana y a su
sentido común.
Agrego que la gobernabilidad de su
periodo está asegurada porque, una vez superadas las elecciones, corresponde
que usted gestione y cada Ciudadano señale aquello que considera que no está
bien, nadie quiere volver al pasado sino mirar al futuro. Para alcanzar este
objetivo común es necesario que el Pueblo sea tenido en cuenta, sin excepciones,
atendiendo en tiempo y forma los requerimientos básicos: alimentación, salud,
educación y trabajo para poder aportar al conjunto de nuestra Comunidad… sin
olvidarnos de la Seguridad.
Lo saludo con respeto y como, creo,
corresponde: de un Argentino a otro Argentino.
Cordialmente
Omar Lillardo Alonso
DNI 5.527.659