La Credibilidad es, entre otros muchos aspectos, uno de los
atributos esenciales de la Comunicación. Pensar y actuar como si no tuviera
importancia se constituye en un elemento distorsivo que genera una total
desconexión, no solo con los receptores habituales, también con aquellas
Personas que podrían estar interesadas en el mensaje que, de esta manera,
pierde todo el sentido de ser un puente de vínculo.
Por Omar Lillardo Alonso (*)
Vale recordar que, según estudios en distintos lugares del
mundo, los períodos de atracción y atención son muy breves: los primeros 5
(cinco) segundos determinan prestar o no los oídos: los siguientes 20 (veinte)
segundos acuerdan la continuidad o no en el seguimiento de la exposición.
El comportamiento en el acompañamiento de un evento
deportivo o cultural, sea en persona o a través de un medio de comunicación,
sirve como ejemplo práctico y como muestra de lo expresado anteriormente.
En algún momento, por diferentes motivos, nuestra atención
se diversifica. Esto no quiere decir que no nos interese pues continua siendo
el centro de nuestra consideración pero apreciamos también, y en el mismo
instante, otros hechos colaterales.
La Credibilidad es producto de un proceso dentro del
complejo Proceso de la Comunicación, que se logra en determinado período de
tiempo y que depende, exclusivamente, de nuestra actitud y de nuestras acciones.
Este proceso contrasta
y se ubica en el extremo opuesto de la simplicidad y/o híper velocidad que,
hoy y desde las últimas décadas pasadas, se ha impuesto como un hecho cultural
que, en hechos concretos, está totalmente alejado de la realidad.
Prueba de ello es el esfuerzo, la dedicación y el tiempo que
deben consagrar quienes estudian, crean o trabajan para obtener resultados
satisfactorios. Pero ese cúmulo de aporte personal, en general, no se aprecia. Sólo
se hace foco en lo que ve - como por ejemplo una casa, un auto o una
determinada manera de ser y transitar la Vida -, considerándolo como el “éxito”
y al margen de la magnitud que pueda tener.
Este tipo de mensajes es totalmente opuesto a los efímeros que
observamos actualmente y que agotan rápidamente porque no son creíbles ya que,
en la mayoría de los casos, se apela a “crear fábulas” o relatos repletos de
datos y/o hechos no comprobables.
Quién lea estos párrafos puede ubicarlos, sin mayor
esfuerzo, en cualquier lugar del planeta. Para acceder a esta aseveración alcanza
con dedicar unos minutos a visitar páginas web de distintos continentes y
países - gracias a la conectividad de estos días -. Allí podrán apreciar cual
es la magnitud de la mediocridad y pérdida de tiempo de diversos líderes y/o
funcionarios, aunque también del público, cuando podrían emplear ese tiempo en trabajar
en hechos concretos y a favor de todos.
Preguntas y reflexión final a nivel personal, ¿hacemos y
actuamos de manera consecuente con lo que pensamos y decimos? ¿cuál es nuestro
nivel de Credibilidad?
Por supuesto, dentro del marco que nos caracteriza a los
seres Humanos: el Error, en el que muchas veces incurrimos, aún con la mayor y
mejor buena intención.
(*) Comunicador Social, Escritor
Director Asociado de Grupo Co.S.M.O., Consultoría y
Capacitación Empresarial http://grupocosmo.wordpress.com/
Co Editor del Portal Empresarial Estrategia & Negocios www.estrategiaynegocios.com.ar